martes, 24 de julio de 2012

Entrenamiento de Pesas en Niños


Partiendo de que todo el mundo conoce y en especial los entrenadores de jóvenes deportistas, que estos atletas no son “adultos en miniatura”, nos encontramos ante la posibilidad de despejar toda duda sobre la actividad física de entrenamiento en pre adolescentes y adolescentes, ya sea con el objetivo de incrementar la resistencia, potencia o fuerza.

Solo debemos discriminar a la finalidad del entrenamiento especifico, en otras palabras si es dirigido a un deportista en especial (federado, con competencia semanal) o si forma parte del programa colectivo de educación física.

Lo primero que se le viene a la cabeza a cualquier padre que esta en la situación de decidir si acepta que su hijo reciba este tipo de entrenamiento, son mitos muy arraigados, como: que su hijo va a quedar más bajo en su talla. Los huesos no se detienen en su crecimiento por el hecho de entrenar con pesas. No se producen lesiones epifisarias (la línea cartilaginosa de los huesos en donde se produce el crecimiento) y tampoco interferencia en el normal desarrollo del sistema óseo, por el contrario, las deformaciones mecánicas que se producen en ellos, en especial en el colágeno (fenómeno piezo eléctrico) es vital para la salud del sistema óseo, por ello, quienes tengan un entrenamiento de la fuerza en esta edad, tendrán huesos mas anchos, fuertes y compactos, que los protegerán de posibles lesiones. Queda libre de esta acción mecánica, el cartílago de crecimiento, que no se ve afectado.

Otra variación que se experimentara en estos niños es el  aumento de peso en los que practican estos ejercicios, pero es a expensas de un volumen torácico mayor y a la vez de una mayor capacidad cardio-respiratoria e incremento de la masa musculara en algunos casos, ya que como dijimos antes, al no afectar el cartílago de crecimiento, la posibilidad de hipertrofia en muy pequeña.

Por otro lado, es fundamental en niños que participan de competencias de ligas, ya sea futbol, básquet, etc., la incorporación de estos sistemas de entrenamiento.

El usos de pesas, está destinado a ampliar las capacidades deportivas del individuo y cuanto mas precoz sea, mayor posibilidad de transferencia y automatización tendrá y por ende mejor rendimiento deportivo en la vida adulta, así como mayor será su etapa como deportista activo. Esto se debe a que a la memoria motriz de origen genético con la que nace y se desarrolla el niño, se le suman estímulos específicos de protección y potenciación funcional que entre otras cosas le permite disfrutar aun mas del deporte o actividad física que desarrolle, construyendo lo que se conoce como  memoria motriz de origen histórico.

Las ganancias de fuerza muscular que se experimenten, serán producto de un incremento de la coordinación y habilidad motora (gesto deportivo) mayor reclutamiento de unidades motoras y adaptaciones neurológicas específicas (reacción, propiocepcion, etc.)

Lo que nos e debe olvidar, es que es solo una parte del entrenamiento, que el acondicionamiento aeróbico debe practicarse, no con el afán de aumentar el VO2max, ya que este  depende a esta edad  del tamaño del corazón y no del entrenamiento, por lo que su finalidad es la de concientización de la necesidad posterior en su vida como deportista.

Esta es otra diferencia marcada en el beneficio del uso de programas de entrenamiento de fuerza, ya que mediante del entrenamiento anaeróbico regular, nos permite reducir la grasa corporal, aumentar la masa magra e incrementar el peso magro corporal.

Por todo lo expuesto, queda claro que son muchos los beneficios de esta actividad en los niños y que solo se ve opacada por el exagerado deseo de errados entrenadores de conseguir metas exigentes para su edad, sin tener en cuenta que la madurez física acompaña a la capacidad de rendimiento máximo de una persona.

En este caso es cuando los padres deben ser celosos a la hora de contratar un entrenador como así también de inscribir a su hijo en un gimnasio, ya que es común las lesiones de adultos en estos centros, donde desgraciadamente no cuentan con personal idóneo.

Para evitar males ajenos al entrenamiento con pesas, debemos tener en cuenta ciertos criterios:

 Realizar una correcta entrada en calor y mantenerla a lo largo del entrenamiento, evitando descansos prolongados
Aprender pacientemente la técnica de cada ejercicio, evitando de esta manera la adquisición posiciones viciosas y suplencias de movimiento.

 Evitar esfuerzos máximos con músculos fatigados. No incrementar más del 10% de la semana anterior.

Evitar el trabajo sobre el dolor muscular. Esto llevaría a las lesiones de forma precoz.

No sobrecargar la columna vertebral. La presión en los discos intervertebrales no debe sobrepasar ciertos límites y no es necesario a esta edad semejante stress. Existes aparatos ergo métricos que protegen esta estructura (selección del gimnasio)

Movilidad máxima de la columna.
Reforzar la musculatura abdominal y dorso-lumbar, seguido de los estiramientos  después de finalizar cada sesión.

Mantener la columna en posición centrada, de lo contrario se producirían actitudes deformantes (cifosis, hiperlordosis).

 Buscar posiciones aislantes en ejercicios de cadena abierta.

Mantener fijo y estable el centro de gravedad.

El entrenamiento con pesas es un ejercicio anaeróbico, por lo cual no requiere de grandes inspiraciones, solo la necesaria para bloquear el tórax.

Inspiración y expiración selectiva, teniendo en cuenta la situación del diafragma.

Conclusión: siempre que contemos con el personal (entrenadores, profesores, etc.) idóneos, podremos mediante el uso de programas específicos de fuerza, mejorar las condiciones atléticas de nuestros hijos y su vida en relación.

El riesgo no está en el ejercicio de fuerza, sino en el error del instructor.

Claudio Carrizo
Lic. Kinesiología y Fisioterapia
PhD. Medicina Estética

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